CRÍSTOFER CALZADA

¿Las personas pueden cambiar para siempre?

Henry Ford (fundador de la compañía Ford Motor Company), dijo: “Tanto si piensas que puedes, como si piensas que no puedes, estás en lo cierto”.

Muchas personas creen imposible realizar algún cambio que perdure para siempre; mientras que a otras personas, su experiencia de vida y su formación, los han llevado a creer firmemente que sí es posible cambiar para siempre. ¿Tú que piensas?

cambiar para siempre

Si eres de los que dicen que no es posible, te invito a que eches un vistazo a un par de años atrás; dedica un tiempo a pensar cómo eras, qué te gustaba, dónde estabas, qué hacías… ¿ha cambiado algo? Seguro que sí, y esto es debido a que la vida es en esencia un constante cambio en el que debemos aprender a adaptarnos para poder disfrutar del camino.

Entonces, si es posible cambiar… ¿es fácil hacerlo? No, al contrario, las estadísticas demuestran que son muy pocas las personas que logran hacer cambios no perecederos en sus vidas, esto es debido a que cambiar paradigmas, hábitos, pensamientos, actitudes, esquemas, patrones, es una labor que requiere constancia, disciplina y sobretodo amor propio.

Cambiar paradigmas, hábitos, pensamientos, actitudes, esquemas, patrones, es una labor que requiere constancia, disciplina y sobretodo amor propio.Luisana Aláez

A lo largo de nuestra vida quizás hayas convivido con personas o incluso tú mismo hayas sido protagonista de cambios “temporales”. Y sí, temporales. Nos referimos a que en un momento dado entiendes que debes cambiar algo, decides hacerlo, pero esto dura muy poco. ¿Qué pasó? ¿Por qué no se logra un cambio para siempre?

Para realizar un cambio permanente debo:

  • Hacerlo por el motivo correcto: ¿cuál es el motivo correcto que nos incita a producir un salto cuántico, una especie de metamorfosis que nos lleva a un cambio permanente? Cuando encuentras realmente tu bienestar individual, sabes las razones correctas por las que necesitas generar ese cambio que tanto deseas, te valoras lo suficiente como para hacer todo lo que sea necesario por tu paz y felicidad. Todo otro motivo que nos incite a cambiar que no sea el antes mencionado, producirá un cambio temporal. En otras palabras si el motivo de algún cambio es externo durará muy poco. Quiero colocarte el ejemplo de una pareja en la cual una de las dos partes decide cambiar para complacer a la otra persona; la otra parte puede sentir una breve alegría de que las cosas mejoren, pero al poco tiempo todo vuelve como antes o peor, ¿qué pasó? Que la persona no cambio realmente porque quería hacerlo, lo hizo por un motivo externo, en este caso su pareja. Hasta que la persona no interiorice lo beneficioso para sí mismo que sería el cambio, no tendrá el fundamento correcto para generarlo.
  • Colocar fechas y metas accesibles: tener un plan acertado es clave para lograr un cambio (escribirlo preferiblemente). Cabe destacar que aunque se tenga al principio una gran emoción y altas expectativas, este plan debe ser realista y alcanzable de acuerdo a nuestras necesidades. Muchas personas se frustran y desisten de cambiar por plantearse imposibles que son inalcanzables para las circunstancias que están viviendo. Cada día cuenta, empezar con pequeños pasos te facilitará la adaptación a los cambios más grandes.
  • Ser constante y disciplinado: es normal que en el proceso al cambio se manifieste algún tipo de resistencia interna, que no sea fácil, que nos genere incomodidad, si esto es así, ¡felicidades! Vas por el camino correcto. Justo en el momento que sientas que estás desistiendo es cuando más debes recordar por qué quieres cambiar, visualizar los beneficios y esto te permitirá continuar. La constancia y la disciplina son necesarios para seguir el plan ya establecido, incluso en los días que sintamos que no tenemos fuerzas para seguir. La repetición genera el hábito y el hábito facilita la acción realizada. Hacer cada día pequeños esfuerzos, pensar consecutivamente en lo que queremos conseguir, irá condicionando nuestros pensamientos y progresivamente ya estaremos haciendo cómodamente lo que visualizamos.

Siempre tendremos cambios por realizar, esa es la parte más hermosa de la vida; siempre habrá retos, desafíos personales, aspectos por mejorar. ¡Rétate!

La satisfacción de lograr cambios permanentes que traigan resultados positivos a nuestra vida no tiene precio, ningún obstáculo debería de ser demasiado grande para no poder superarlo.

Hasta que la persona no interiorice lo beneficioso para sí mismo que sería el cambio, no tendrá el fundamento correcto para generarlo.Luisana Aláez

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