“Yo tengo mi verdad y tú tienes tu verdad. Ambas son aceptables. ¿O tú no lo crees?”
Paso a definir textualmente dos conceptos:
- Verdad: algo que puede ser comprobado.
Por ejemplo: necesitas oxígeno para
sobrevivir. Otro ejemplo podría ser: el amor es un sentimiento universal.
- Opinión: Lo que alguien piensa, siente o cree.
Por ejemplo: el oxígeno es el elemento más importante de la Tierra.
Otro ejemplo podría ser: el amor siempre conlleva sufrimiento.
¿A qué viene esto?
En las últimas décadas, en cualquier tipo de conversación que tengas aparece la conocida “tolerancia máxima”: “si yo pienso algo, me respetas, porque es mi verdad y cada uno tiene su verdad”.
También conocida como autohipnosis: “lo que mi mente cree, es verdad, o simplemente se vuelve mi verdad al creerlo, porque por algo mi mente ha decidido aceptarlo.”
Pero siento decirte que no, no lo es. Únicamente se parece a la verdad.
“¿Cómo te atreves a decir que únicamente se parece?”
Nada se vuelve verdad porque decidas creerlo, simplemente portará consigo la mejor máscara de imitación de la verdad.
Todo lo que tú creas, porque quieras, y no sea comprobable, es una opinión, no una verdad; y a día de hoy, estos dos conceptos se usan indistintamente, cuando no tienen nada que ver.
La verdad es. No necesitas creer en ella para que sea así. Simplemente debes experimentarla por ti mismo. Tu creencia o tu incredulidad no van a crear ninguna diferencia en la verdad.
Pero si crees en algo, esto empezará a parecerte verdadero. Y ese es el significado de la creencia misma: creer significa creer en algo como si fuera verdadero; sabes que no lo sabes, sabes que la verdad es desconocida para ti, pero en tu ignorancia comienzas a creer, porque creer es más sencillo que buscar la verdad.
Y esto es lo que ha ido pasando en la última década. Todo el mundo cree tener una verdad, pero sus “verdades” son opiniones no fundamentadas, que además, otros han creado y ellos simplemente han asumido como sus propias verdades.
Y lo entiendo, porque descubrir la verdad es arduo, se necesita mucha tesón y constancia; necesitas vaciar la mente de todo lo que te han hecho creer, vaciarte de toda ideología y sentir; necesitas cierta inocencia y humildad.
Muy pocas personas se han atrevido a descubrir la verdad. Y es normal, porque también es arriesgado; ya que debes empezar de cero pensando que no sabes nada y quizás no te consuele ese pensamiento; por otra parte, es peligroso: ya que puede destruir todas tus ilusiones, puede destruir todos tus sueños. Te hace atravesar el fuego; va a quemar lo que piensas que eres, y solo quedará lo que realmente eres.
Ahora por supuesto, no debes creerme, porque estaríamos en lo mismo.
Se necesitan más seres humanos y menos seres ideológicos.
Si realmente te interesa la verdad, no asumas ni supongas nada, simplemente acepta experimentar la realidad desde la neutralidad más absoluta que conozcas en cada preciso instante.
La próxima vez que leas un artículo o estés en medio de una conversación, espero que estés más preparado para saber si estás delante de una verdad propia o de una mera opinión. Pero no permitas que tu propio sesgo de confirmación te convenza de que una opinión conveniente es una verdad existencial.
Recuerda que: la verdad, es como un beso con amor, con corazón y presencia absoluta; la creencia, es como un beso sin amor.
Los ves y parecen tan iguales…pero qué diferentes son.
La verdad, es como un beso con amor, con corazón y presencia absoluta; la creencia, es como un beso sin amor.Crístofer Calzada