La información no tiene (necesariamente) masa. En el principio más básico, la información es cómo se organiza la masa o energía existente.
Por ejemplo, un código Morse transmitido usando flashes de luz, si envía la luz al azar, no tiene información, pero si envía luz en un patrón, tiene información.
Nuestros cerebros almacenan información de manera similar: ciertos productos químicos, células y señales eléctricas colocados en el orden correcto crean información. Si interrumpe el pedido, pierde información. En ningún momento ganas o pierdes masa.
Referencias:
– Katia Silvera, VIX (2017), ¿Cuánta información puede guardar el cerebro humano?.
– Jason, Ilustrated Science (2014), The weight of knowledge.