¿Estamos otorgándole más valor del que realmente merecería a la apariencia?, ¿dónde está el origen de dicho valor?, ¿somos conscientes de la discriminación que todavía existe por cuestiones puramente superficiales?, y por último,¿es más valorado en las sociedades actuales tener un buen aspecto físico o ser extraordinario interiormente?
[dropcap]D[/dropcap]esde el comienzo de la humanidad hasta el día de hoy los humanos hemos prejuzgado a cualquier persona antes de conocerla, al parecer es algo que nos ayudó a desarrollarnos en el pasado, el famoso ‘instinto humano’.
La apariencia es, simplemente eso, apariencia.
A día de hoy, la apariencia sigue teniendo un peso rotundo en la interacción social entre individuos. Ignoramos que la apariencia es simplemente eso, apariencia. No podemos darle más valor del que éste representa.
Nos hemos dejado seducir por los ideales y cánones de belleza que nos llevan vendiendo los medios de comunicación a lo largo del tiempo y que pretenden que tomemos como referencia. No puede, esto, condicionar nuestro estado anímico, nuestra felicidad. Todos tenemos defectos, es un hecho, somos humanos. Los famosos prototipos a seguir o más conocidos como ”modelos” solo nos muestran su lado más bonito llevado al extremo (a través de maquillaje, photoshop y un largo etc…).
Nuestras imperfecciones nos ayudan a tener miedo. Tratar de resolverlas nos ayuda a tener valor.Vittorio Gassman
La felicidad real y plena
Cuando uno se conoce a sí mismo, la apariencia pasa a un tercer o cuarto plano. Tu felicidad es plena. Quieres a tu persona. No te importan las valoraciones del resto en absoluto. Vives realmente.
Te invito a que hagas una profunda reflexión al respecto, ya que te aseguro que te puede cambiar la vida.
Si se quiere, se puede ser feliz.
El que sabe conocerse a sí mismo es dueño de sí.Pierre de Ronsard