¿Qué significa la frase “esto es tendencia”? ¿por qué unas cosas se ponen de moda y otras no?, y, por último y no menos importante ¿por qué seguimos las modas?
[dropcap]E[/dropcap]mpezaremos por definir la palabra tendencia, por un lado: “Fuerza por la cual un cuerpo se inclina hacia otro o hacia alguna cosa”. Y por el otro, la palabra moda: “Gusto, costumbre o uso, o conjunto de ellos, propios de un grupo, un período de tiempo o un lugar determinados.”
Ahora párate a pensar por un momento: ¿cuál es esa fuerza de la que se habla en la definición? ¿realmente creamos nosotros con nuestras elecciones las modas o, por el contrario, nos vienen autoimpuestas? ¿alguna vez te planteaste realmente por qué hay letreros con la palabra “tendencias”?
Hoy trataré de dejar despejadas todas las dudas que estas preguntas traen consigo.
Cabe empezar destacando que, jamás se puede entender al hombre sin su atribución social, no podemos olvidar la influencia tan directa y trascendental que tiene el contacto de un individuo con sus semejantes. A influye sobre B de la misma manera que B influye sobre A. Ésta es la premisa fundamental de la psicología social, una de las ramas más empíricas de la psicología que investiga y explica cómo nos comportamos las personas en contextos sociales.
La sociedad nos condiciona.
De hecho, la presencia de otros nos influye incluso cuando no están presentes, porque su influencia es tan constante que se llega a interiorizar. El respeto de las normas sociales es un ejemplo de la presencia interiorizada de lo social: no tiramos botellas en la calle, no robamos o no vamos a 300km/h en la carretera aún, cuando tenemos la certeza de que nadie nos está observando en ese preciso instante.
Por tanto, bajo este análisis, podemos definir a las modas como una especie de norma social, uno de los fenómenos más ilustrativos del nivel de influencia que lo social ejerce sobre nosotros. Es sencillamente una consecuencia de todos los procesos que se ponen en marcha por el mero hecho de ser, por naturaleza, seres sociales.
Cada generación se ríe de las viejas modas, pero sigue rigurosamente las nuevas.David Thoreau
Pero, ¿qué es realmente una tendencia?
Después de explicar por qué seguimos las modas, pasaremos a analizar a continuación la procedencia de esa palabra que tanta fuerza e influencia tiene sobre las personas: la palabra TENDENCIA.
No es extraño ir caminando por una tienda de ropa y encontrarte un letrero sobre un determinado estilo de ropa en el que ponga “TENDENCIAS”, ¿verdad?.
Después de haber estudiado marketing, me queda totalmente claro que no existe ningún tipo de fuerza natural por lo que respecta a cualquier proceso de decisión de compra. Que no te engañen.
Dicho esto, vengo a destapar un método de venta calculador, frío y premeditado (valga la redundancia): las tendencias no son tendencias porque se lleven, las tendencias son tendencias porque quieren que eso precisamente se lleve.
Sí, es un hecho abrumador, pero totalmente auténtico.
“Esto es tendencia” realmente significa “quiero que esto sea tendencia y lo voy a vender cómo sea”.
De qué se aprovechan aquí todos los departamentos de marketing -te estarás preguntando-. Pues muy sencillo, del llamado comportamiento gregario, intrínseco al ser humano.
¿Qué es esto del comportamiento gregario? Pues muy sencillo, cómo bien dijo Andrés Moreno: “Somos como un cardumen de peces en el océano, como una manada de cebras en el África o como una bandada de pájaros en la playa, siempre buscamos sobrevivir y la mejor manera de hacerlo es en manada.”
Los seres humanos apelamos a la conducta gregaria de manera natural porque nos da la sensación de protección y pertenencia. Hoy en día buscamos sobrevivir socialmente, ya no somos presas de grandes depredadores, queremos huir y protegernos del juicio, de la exposición y el señalamiento, queremos ser parte de algo, de un grupo, de una entidad, de cualquier cosa que nos represente, que nos incluya y haga sentirnos tranquilos muchas veces sin dirección planificada.
En definitiva, desde las primeras prácticas de propaganda y relaciones públicas hasta nuestros días el efecto arrastre se ha convertido en un gran aliado de las estrategias para impactar al consumidor a conveniencia, sumado a esto, un adecuado estimulo emocional permitirá cumplir fácilmente los objetivos trazados, es por ello que la culpa, la vergüenza y el miedo, siempre serán excelentes motivadores de conducta.
No viene mal de vez en cuando tomar un trago de realidad.
Los seres humanos apelamos a la conducta gregaria de manera natural porque nos da la sensación de protección y pertenencia.Andrés M.
- Referencias:
– ANDRÉS, M. S. (2015). Comportamiento gregario, Marketing evolutivo.
– SERGIO, E. N. (2015). Por qué seguimos las modas.