En la actualidad nos podemos encontrar en todos lados con la famosa frase: “todos y cada uno de los seres humanos en el mundo somos iguales”. Es decir, que nada diferencia a un salvadoreño de un francés o que no hay nada de diferente entre un mandinga africano y un ciudadano irlandés.
Sin embargo, esa frase tantas veces dicha, no es para nada cierta. En el mundo existen 194 países (de acuerdo con la ONU) y en cada país existen un gran número de etnias. Para hacer más lúdico este texto, tomaré como ejemplo mi país, Ecuador.
Ecuador está ubicado en el centro de la tierra, cuenta con alrededor de 16 millones de habitantes y tiene cuatro regiones naturales. Nos podemos encontrar con aproximadamente 20 etnias diferentes de norte a sur. Cada una de estas etnias tienen tradiciones diferentes, cada una tiene una cosmovisión distinta y algunas tienen hasta un lenguaje diferente. Es decir, en un pequeño trozo de tierra delimitado, existe una diferencia abismal entre las diferentes culturas.
En un pequeño trozo de tierra delimitado, existe una diferencia abismal entre las diferentes culturas.Fabián José Carrión
Ahora llevemos esto a una escala mundial, ¿cuántas etnias crees que pueden existir en el mundo entero? Es una pregunta difícil de contestar y también atemorizante porque el ser humano a lo largo de la historia ha tendido a temer a lo diferente.
Ahora bien, teniendo en cuenta esto, podemos decir sin miedo a equivocarnos que no somos iguales. Cada uno de nosotros es diferente, cada uno ve el mundo de manera diferente, cada uno tiene tradiciones diferentes, pero es esa misma diferencia la que nos enriquece, es esa misma diferencia la que hace este planeta un lugar digno de explorar, para que, una vez aceptadas estas diferencias, nos dispongamos a conocerlas y disfrutar de ellas mientras viajamos, porque viajando podemos abrir nuestra perspectiva y darnos cuenta que hay mucho más que ver afuera de nuestra zona de confort, de nuestro país.
Cada uno de nosotros es diferente, cada uno ve el mundo de manera diferente, cada uno tiene tradiciones diferentes, pero es esa misma diferencia la que nos enriqueceFabián José Carrión