[dropcap]A[/dropcap]lo largo de nuestra vida vamos a concebir un número incalculable de ideas, unas más relevantes que otras. Es eso lo que mantiene al mundo girando, a la vida en constante movimiento, el hecho que como seres humanos nunca paramos de crear, de imaginar y de esperar cambiar algo con lo que no estamos totalmente de acuerdo. Las ideas, por más pequeñas que parezcan, tienen un poder inconmensurable y una vez que empezamos a desarrollar una idea, es cuando un gran cambio está por ser llevado a cabo.
Existen puntos importantes a la hora de tener una idea. El primero es el hecho de no dejar un simple esbozo de lo que podría llegar a ser, sino hacer de la idea algo más palpable. Una vez que se consiga esto, van a existir muchas personas que van a atacar a la idea, van a decir que no hay sentido en intentar, que no va a resultar nada, que todo lo que se ha pensado está destinado al fracaso. Este comportamiento es una actitud común del ser humano, es parte de nuestra humanidad temer a lo desconocido o a lo nuevo, tachándolo de algo inútil. Aquí llega el momento más crucial, defender por lo que se ha luchado, defender lo que se cree y no doblegar la voluntad ante toda la adversidad, porque así como hay personas que quieren ver fracasar la idea, también hay personas que la van a apoyar porque ven potencial en esta nueva propuesta.
La importancia de materializar una idea
Las ideas que realmente van a valer la pena nunca van a morir, se van a pasear constantemente por nuestro mente intentando darse a notar para que nosotros las redescubramos y las llevemos a un siguiente plano, porque una idea dormida es una idea inerte que nunca va poder ocasionar un cambio considerable para nadie.
Una vez que la idea triunfe, hay que tener presente el hecho de que somos los dueños de esa idea, esa idea llegó a nosotros para mostrarnos lo que somos capaces de lograr y una vez que este tipo de ideas llegan a nuestra vida, llegan para quedarse; el punto de esto es decir que las ideas realmente importantes y considerablemente valiosas son invaluables, no le podemos poner precio a una idea que creamos para nosotros porque sería como ponernos precio a nosotros mismos, como dice la canción “ las ideas más valiosas nunca se venden”. En un mundo donde todo está monopolizado, debemos ser egoístas con lo que creamos, porque no se pueden vender ideas importantes, que la verdad, sería más sensato regalarlas.
Si tú tienes una manzana y yo tengo una manzana e intercambiamos las manzanas, entonces tanto tú como yo seguiremos teniendo una manzana. Pero si tú tienes una idea y yo tengo una idea e intercambiamos ideas, entonces ambos tendremos dos ideas.George Bernard
Tenemos el poder de materializar nuestras ideas
Para concluir, no está demás recalcar el hecho de que un montón de ideas van a venir a nosotros, pero somos nosotros mismos los que tenemos el poder de hacer que una idea tome forma y llegue a ser algo de verdad. Y como se mencionó antes, a veces es mejor regalar una idea antes que venderla, porque las ideas no son sólo para generar dinero, las ideas existen para ayudar, para mejorar las cosas y sobretodo para crear algo inexistente hasta el momento. Son realmente, el motor de la evolución.
Somos nosotros mismos los que tenemos el poder de hacer que una idea tome forma y llegue a ser algo de verdad.Fabián José Carrión