Una frustración se genera cuando las cosas no salen como queríamos o como visualizábamos el resultado final; esto puede provocarnos tristeza, desilusión, decepción. La frustración se produce cuando tenemos expectativas y éstas no acontecen como pensábamos. En la vida pocas cosas saldrán como queremos, por eso es importante la aceptación y la actitud correcta tras cada situación. Podemos engancharnos en el pasado y sumergirnos en la tristeza o por el contrario aprender de lo que pasó para no tomar las mismas decisiones. Recordemos que todo pasa por algo y que nada es permanente; estos pensamientos nos harán vencedores frente a la angustia.
Toma en cuenta estos puntos:
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