No hay duda de que has oído hablar del punto G: esa zona mítica con la que las mujeres consiguen alcanzar un nivel de placer máximo. Lamentablemente, hay muchas mujeres que ni siquiera han logrado percatarse de la existencia de su propio punto G. ¿Por qué no? ¿Por qué resulta tan difícil de localizar?
El cuerpo de la mujer es un paraíso de puntos sensibles y erógenos, un mapa erótico el cual conlleva a un proceso continuo de experiencia, descubrimiento y construcción. Muchas personas suelen pensar que el Punto G y el Clítoris son lo mismo; sin embargo, son cosas totalmente distintas. El clítoris contiene 8,000 terminaciones nerviosas (el doble que el pene), por lo tanto no es un botón que nos garantice un orgasmo definitivo, al contrario el punto G una vez localizado y estimulado nos permite acceder a un placer más profundo, intenso y prolongado que un orgasmo clitoriano.
Pero no solo basta con conocer los puntos sensibles, es importante saber estimular correctamente cada zona de nuestro cuerpo para lograrlo. A continuación presentamos cada detalle, destacando las zonas más relevantes:
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