CRÍSTOFER CALZADA

El amor perfecto es una amistad con momentos eróticos

Está comprobado que la mayoría de las personas cambiamos nuestra creencia de lo que es el amor verdadero a medida que pasan los años, que experimentamos relaciones y que dejamos de vivir ciertas etapas.

Por ejemplo, quizá en la etapa de la adolescencia pensemos que el amor real es sentir esas mariposas en el estómago, confundimos amor con cualquier emoción que se le parezca: atracción, compañía, enamoramiento, capricho… pero sin duda que llega un momento que empezamos a evolucionar mentalmente y hablando específicamente del amor lo que en un momento creíamos que era ahora ya no es.

Puede que hayas oído que el amor perfecto, real o verdadero más que sentir esas emociones a tope, es un sentimiento que se construye, va más allá de una atracción física, de deseo sexual, o de miedo a la soledad. Pero ¿cómo es esto posible? Pues sí, el verdadero amor debe crecer en bases sólidas, deben existir argumentos de peso que lo fortalezcan a medida que pasa el tiempo, llega a ser tan auténtico que muchas veces antes de crearse ese amor se establece una amistad real entre dos personas que a medida que comparten más momentos y se conocen descubren que aman esa compañía y que pueden establecer una relación estable emocionalmente.

Y quizá te preguntes ¿es posible que de una relación de amistad o de admirar profundamente a una persona pueda surgir la atracción sexual? Primero aclaramos que cada caso es diferente, pero sí es posible y puede ser un amor más duradero que aquellos que empiezan por una atracción física y sexual descomunal, es más es casi seguro que una relación que se fundamente solo en encuentros sexuales y que el principal ingrediente sea la atracción física, si carece de otros argumentos imprescindibles como una buena comunicación, termine mucho antes de lo que pensamos.

Para mantener una relación estable hay aspectos que debes considerar y que si decides obviar desde el principio con el tiempo podrías lamentarte:

  • Que ambos compartan valores y principios en común: con esto para nada nos referimos que ambos deben parecerse o ser idénticos para que la relación funcione, pero sí es necesario que es cuestiones de moral y principios de vida exista coherencia.
  • Estima y admiración: más que una atracción física (que no es permanente), no hay nada más grato que admirar a esa persona, admirarla por cualidades internas que prevalecen y que sumen.
  • Permanencia en el tiempo: nada más significativo que una persona dispuesta a compartir no solo nuestros mejores momentos sino aquellos en los que necesitemos apoyo, palabras de ánimo, o simplemente que nos conceda unos oídos prestos a escucharnos.

Todos esos aspectos muy probablemente sean el pilar de una relación que empieza como una gran amistad y que poco a poco pueda ir cultivando y acrecentando una gran amor, como ya mencionamos no es una norma ni una fórmula que se cumpla al pie de la letra, lo que sí es cierto que para que exista un amor verdadero debe existir una amistad auténtica de por miedo.

Tu pareja debe ser esa persona que consideres como tu mejor amig@, una persona con la que sientas que puedes ser tú abiertamente y por sobretodo una relación que esté edificada en bases sólidas. Luisana láez

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