CRÍSTOFER CALZADA

¿Qué es realmente la sabiduría?

Primero voy a dividir el paquete que viene todo junto y pegado. Por un lado, tenemos conocimiento, luego intelecto y luego sabiduría.

¿Pero qué es realmente la sabiduría?

Esta palabra es algo especial, debemos tomarla con pinzas y ser muy sutiles.

sabiduría

Sabiduría no es acumular conocimientos, eso sería intelecto, la sabiduría en cambio está en otra dimensión.Juan Manuel de Ángel

Para el intelecto y el conocimiento necesitamos nuestra mente y la dotación de intelecto que cada uno posea y con la cual haya venido de nacimiento, pero para la sabiduría no necesitamos ninguna de las dos. Incluso, sabiduría tiene relación con la ausencia de intelecto y conocimiento, incluso con la ausencia de consciencia.

Cuando una persona adquiere lo mínimo requerido para dejar fluir la sabiduría, esta fluye. El conocimiento se puede adquirir, tanto como desees y tanto como puedas, pero la sabiduría no se puede adquirir, no puedes estudiar varios años para adquirirla, el conocimiento sí. Y además para adquirirlos se necesita de ti, de tu mente y tu pensamiento, para la sabiduría no. Si quieres sabiduría, lo primero e indispensable es que te despojes de ti mismo, de ti misma.

El conocimiento es el velo que tapa la sabiduría, puedes convertirte en conocedor, en experto, pero no puedes convertirte en sabio. Puedes poseer conocimiento pero no puedes poseer sabiduría, el conocimiento puede ser objetivable, la sabiduría no.

Única y exclusivamente cuando hay ausencia de todo, entonces la sabiduría llega.

“Los labios de la sabiduría permanecen cerrados, excepto para aquellos oídos capaces de comprender.” ¿Qué significa dicha frase?

Si la sabiduría logra discernir entre los oídos sordos y los oídos capaces de escuchar, entonces quiere decir que ella no depende de ti, es independiente de ti y tú no eliges cuándo devenir sabio, es la sabiduría la que te elige para actuar, incluso, no se puede afirmar “yo soy sabio”, jamás escucharás a un sabio decir semejante afirmación, un sabio no es sabio porque tenga sabiduría, o porque haya acumulado candidad descomunal de conocimientos y experiencia. Un sabio es sabio porque en él hay silencio, hay vacío, de hecho, ni siquiera hay un “él”, no hay un yo que pueda dar fe de que hay sabiduría, es decir, la sabiduría es. No puede ser poseida ni acumulada, la sabiduría es el vacío pleno.

“El silencio es el único Maestro que no te hablará”, otra máxima zen. El silencio es sabiduría, no hay mayor sabio que el silencio y no puedes poseer el silencio, no puedes acumular silencio, ni estudiarlo, ni intelectualizarlo, ni objetivarlo; la sabiduría no puede ser poseída ni posee a nadie.

Sólo cuando desapareces, sólo cuando tu “Yo” deja de existir, entonces tus oídos son capaces de comprender. Pero no es un comprender intelectual ni de razonamiento, es un comprender sin comprender porque “el que ha comprendido entonces está muerto”, otra máxima zen, por cierto.

La sabiduría no puede ser explicada, si has venido aquí para conocer lo que la sabiduría es, entonces has perdido tu tiempo, si deseas volverte sabio, jamás serás un sabio, sino un ego buscando sabiduría. Si vienes a buscar lo que es la sabiduría entonces lo que estás buscando es conocimiento, conocer qué es sabiduría pero no accederás a ella a menos que el “Yo” que desea buscar, deje de existir.

Sabiduría es el silencio, y el silencio no puede ser comprendido, el silencio está en todas partes, pero oculto bajo el bullicio de los 7550 millones de Yoes que hasta hoy 2018 existen, pero ahí está, sólo el que tiene oídos para comprender escuchará el silencio, quien escucha el silencio y se convierte en él, deviene sabio porque convertirse en silencio es irreversible.

El conocimiento es el velo que tapa la sabiduría, puedes convertirte en conocedor, en experto, pero no puedes convertirte en sabio.Juan Manuel de Ángel

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