Hace poco conversé con una persona que me comunicaba una situación de su vida que era muy repetitiva, una situación que lo hacía sentir con muy baja autoestima.
Resumiendo la conversación, ésta persona me comentaba:
“…siento que soy una persona honrada, de valores, educada, me gusta hacer el bien siempre, me gusta hacer sentir bien a las personas, pero…no he tenido suerte en el amor, siento que nadie me corresponde. Incluso siento que ésta forma de ser no me conviene, que debería pensar en ser frío y hasta insensible”
¿Te has sentido en algún momento identificado con éstas palabras?
Si es así, quiero que sepas que hay una diversidad de pensamientos que pudieran generar un cambio en cómo te sientes, pero nunca la opción o la solución es dejar de ser quien eres o querer aparentar ser una persona fría de sentimientos.
Cuando analizo a fondo ésta situación inmediatamente debo pensar en cuán bajo está el amor propio cuando llegamos a pensar que por ser quien somos nadie nos va a querer.Luisana Aláez
Quiero que analices dos aspectos que pudieran estar provocando que nadie se fijara seriamente en ti; aspectos que quizá no hayas pensado detenidamente:
- Búsqueda desesperada: hace poco leí una frase que decía que cuando las personas están desesperadas por ser vistas y queridas, es como si tuvieran un cartel en la frente que indicara que están buscando pareja a toda costa. Mientras más desees ser atendido o querido difícilmente lo obtengas, o al menos de quien vale la pena. ¿Solución? Procura relajarte, fluir, en el momento que menos lo esperes las personas correctas llegan a tu vida.
- Lo que estás transmitiendo de ti mismo: para que los demás te acepten y quieran tú mismo debes hacerlo. Si piensas que algo en ti está mal, el mundo te lo reflejará. Si te consideras una persona sensible en tus emociones y de buenos sentimientos, considérate una persona afortunada. Éste mundo contaminado nos hace pensar que las personas de “pocos sentimientos”, o insensibles son las que menos sufren y son las más buscadas; pero nada más alejado de la realidad. ¿Solución? Transmite seguridad; nada es más atractivo que una persona segura de sí misma, segura de sus cualidades y de lo que quiere en la vida.
Recuerda, no hay nada malo en ti. Si aún no llega la persona indicada, no desesperes. Lo fácil es rápido y fugaz; lo que verdaderamente vale la pena no se consigue en cualquier lugar. Luisana láez
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