Entre múltiples conceptos que definen la inteligencia, podríamos resumirla de esta manera: es la capacidad de aprender, razonar, programar, tomar decisiones acertadas, resolver problemas. No se nace inteligente, es un hábito que como cualquier otro requiere práctica y disciplina. Nunca es tarde para aumentar nuestra inteligencia, pero hay que seguir constantemente una seria de pasos que con el tiempo se convertirán en rutina y cada vez se harán más fáciles.
Pon en práctica los siguientes consejos:
- Lee: sin importar el contenido, la lectura tiene innumerables beneficios ya que estimula y aumenta diferentes puntos del cerebro como la concentración y la percepción. Obviamente si adicional a ello buscamos lecturas que aumenten nuestra inteligencia emocional, aportándonos herramientas para la solución de conflictos emocionales, pues el beneficio se duplicará.
- Aprende diariamente algo nuevo: siempre tendremos cosas nuevas por aprender, así sean conocimientos pequeños no te acuestes sin haber adquirido una nueva información y repítelo varias veces en tu cabeza, te sorprenderá la capacidad de almacenaje que tiene el cerebro.
- Ten conversaciones con personas que consideres muy inteligentes: casi siempre se define a una persona inteligente por la variedad de temas que logra dominar, relacionarse constantemente con estas personas enriquece nuestra capacidad de aprender cosas nuevas.
- Escucha audiolibros: no hay tiempo que perder, incluso cuando estamos repletos de actividades, lo importante es que nuestro cerebro no deje de recibir información, por ejemplo mientras preparamos alguna comida o camino al trabajo. Busca temas que te interesen y te generen un buen estado anímico mientras no dejas de aprender.
- Cuida tu cuerpo: nuestro cerebro está estrechamente relacionado con nuestro cuerpo. Descansa lo necesario para recargar energías, come saludable, ejercítate diariamente aunque sea unos pocos minutos en casa.
- Cuestiona tus propios argumentos: aun cuando creas dominar un tema, cuestiónate. Investiga, busca nuevas soluciones, prográmate incluso para actividades sencillas.
- Toma tiempo para meditar: tu cerebro también necesita un descanso. Ponte en contacto con la naturaleza. Escucha el silencio, aprende a desconectarte del mundo exterior, de las preocupaciones o algún asunto que te esté robando tu paz. Procura apartar al menos unos 10 minutos diarios que sean solo para ti.
- Enseña lo que vayas aprendiendo: comparte la información que vayas adquiriendo a otras personas, mientras más la repitas más lo grabarás. Otro método muy eficaz es escribir cada conocimiento nuevo que aprendas.
El cerebro como cualquier otro músculo de nuestro cuerpo debe ejercitarse continuamente. A medida que pasan los años las personas se podrían volver más olvidadizas y con más dificultad para aprender, esto es debido a que se deja de estimular el cerebro, se le deja de entrenar, y obviamente le genera desgaste y bajo rendimiento.
Cree en tus capacidades de aprender cada vez más, pon en práctica los aspectos ya mencionados y ve los resultados positivos que generarás en tu inteligencia.
El cerebro, como cualquier otro músculo, si dejas de ejercitarlo, deja de rendir como debería. Entrénalo, es tu mejor arma.Luisana Aláez
